Delirio de versos


El verso de tu sexo
seduce mis pensamientos
inmóviles como la arena ante las olas
que nutre su belleza de escarcha
caliente bajo el sol
y frío abrigo en las noches
Esas noches donde el viento
susurra un nombre
dibuja un rostro
y me hace extrañar
la dicha de ser perseguida por sombras.

¡Ni qué piel, ni nombre, ni rostro!
El orgullo cubre el pecado de mi cuerpo
tendido con descaro bajo el sol
que me pesa llevar en mis días
¡Ni qué piel, ni nombre, ni rostro!
Mis recuerdos de tu Orfeo caminar
reclaman mi locura en tu cama,
guardar mi pudor en el olvido,
pierda mi decencia
y trozo de inocencia
dentro de tu caja de herramientas.

La dureza de tus versos
reclama la ternura de mis labios
Aquel dulce de cereza necesaria
para Orfeo, lleno de sueños marchitos
Él camina bajo el sol
abandonado por su corazón
Esa mujer sin rostro ni voz,
delirio de la noche
buscando reemplazo
y te hace necesitar
El goce de ser atado por caricias.

Mi voz oprime en mis labios
El deseo muerto que habita entre mis huesos
tiemblan con sentir un suspiro
La rosa que crece entre tus cenizas
vive por mis ojos de luna
donde la noche consume tu eros
Te muestra aquella foto,
callas un nombre
dibujas un rostro
y te cubre de lienzos
el perfume fugaz de tus visitas.

Comentarios

  1. Quiero saludar a los lectores de Rusia, Estados Unidos, Perú y España que se están conectando en este momento.

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